Cuando se habla de un límite, en términos urbanos, rurales o territoriales en general, el término puede revestir dos situaciones completamente diferentes y/o a veces complementarias.
En un primer caso este límite puede consistir en una línea o franja real, materializada y reconocible como diferente a su contexto. Ello es lo que sucede con el Río Mapocho en la ciudad de Santiago, o en el caso ilustrado, el Zanjón de la Aguada en la misma ciudad.
En un segundo caso, el límite puede darse en el término de algo y el comienzo de otra cosa. Un caso podría ser lo que sucede en los bordes de la ciudad en contacto con zonas rurales o naturales, como el borde del Cerro Calán, también en Santiago.
Sin embargo en la ciudad, no siempre será evidente dicha diferenciación, como lo da cuenta el cuadro de Josep Albers, y entonces su análisis revestirá mayor complejidad. ¿Cómo se representa un límite? ¿Cómo se lee? ¿En qué se traduce y qué oportunidades reviste?